Mantenimiento de hachas: LO BÁSICO
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¿Cómo puedo conservar la hoja, el afilado y el mango de mis hachas, hachuelas y martillos de partir el mayor tiempo posible?
No sólo los profesionales saben que un buen cuidado y un almacenamiento correcto alargan la vida de las hachas y los hachazos. Con los conocimientos adecuados y unos sencillos pasos, se puede mantener permanentemente el filo de la hoja, la calidad de la madera y la conexión entre la cabeza y el mango.
Para que las herramientas forestales mantengan su utilidad durante mucho tiempo.
MANTENIMIENTO TRAS EL USO
PRIMERO EL TRAPO, LUEGO LA CABEZA DE TRABAJO
El trabajo de la madera y la silvicultura es agotador. Después de talar y apilar lo que parecen 100 m3 de madera, es tentador colgar el hacha o el mazo en el cobertizo y poner los pies en alto. Si inviertes un poco de tiempo, a la larga saldrás ganando. Después del uso, la limpieza y el cuidado son importantes: un pequeño esfuerzo con un gran efecto. Limpia la cabeza del hacha con un trapo y frótala con un paño y una gota de aceite anticorrosión. Desgraciadamente, en las herramientas de golpeo no se pueden evitar marcas como arañazos y rasguños. Si quieres devolver a tu herramienta su forma original, también puedes limpiarla con una piedra de amolar. Una breve guía en cuatro pasos.
1. PREAFILAR Y LIMAR LAS RAREZAS DEL FILO DE CORTE
Herramientas y materiales:
- Amoladora doble
- Lima o muela
- Agua para enfriar
Las mellas y arañazos gruesos se pueden preafilar bien en una amoladora doble o con una lima. Cuando utilices una amoladora doble, amolar en el sentido de giro o en contra es cuestión de gustos. Si afilas en sentido contrario a la rotación, hay menos rebabas. En cambio, en el sentido de giro hay menos peligro de inclinación, por lo que esta técnica de afilado es especialmente ventajosa para los filos gruesos.
Es importante afilar siempre uniformemente a ambos lados del filo para mantener la forma original. Consejo: Marca el contorno redondeado en la cabeza del hacha con un lápiz de fibra e intenta no cambiar el ángulo de corte al afilar.
Las almohadillas y las mejillas del hacha tienen forma de corona: "aplanarlas" puede tener un efecto negativo en la vida útil del filo. Para mayor seguridad, utiliza una lima plana de dientes finos. Al afilar en ángulo, la lima o el disco también deben tratar siempre toda la superficie del filo de corte para que no se produzca un afilado bulboso.
Especialmente al mecanizar la cabeza del hacha, hay que prestar atención al calor generado. Si la cabeza del hacha se vuelve azulada -el llamado "color de revenido"- es señal inequívoca de que el acero se ha calentado demasiado. Por tanto, el lema es "frío, frío, frío" y no ejerzas demasiada fuerza al trabajar.
2. DAR LOS TOQUES FINALES
Herramientas y materiales:
- Muela gruesa
- Muela fina
- Agua o petróleo
Para eliminar la rebaba y afilar el filo, lo más adecuado es una piedra de afilar como la OX 3000-0200 de Ochsenkopf. Humedece la piedra de afilar para obtener mejores resultados.
La piedra de afilar no debe curvarse ni siquiera tras un uso prolongado. Así que trabaja el hacha más bien con los bordes de la piedra, gírala regularmente y afila ambos lados para eliminar el filo.
Si se frota la piedra de afilar entre medias, se eliminan las rebabas adheridas que podrían dañar el filo. Por supuesto, también es importante limpiar bien la piedra de afilar después de usarla; esto puede hacerse con remedios caseros sencillos, como un cepillo de uñas y detergente líquido.
3. ARRANCAR DEL CUERO
Herramientas y material:
- Correa de cuero
Para los nostálgicos o los que valoran los detalles: después de afilarla, el hacha puede afilarse con una correa de cuero. Esto también elimina las rebabas mínimas. Cuanto más afilada está una hoja o un hacha, más rápido se desafila al usarla. Aquí tienes que encontrar el afilado óptimo para ti. Con maderas blandas, como el álamo, el hacha puede estar más afilada que con maderas duras, como el roble. Y un pequeño pero importante consejo: por favor, asegúrate de apartar el cuero del filo.
4. EL TOQUE FINAL
Herramientas y materiales:
- Aceite anticorrosión
- Paño suave
Tras el preafilado, la eliminación de rarezas y arañazos, el afilado fino y el afilado, el hacha se limpia con un paño. Una vez eliminados los restos de rebabas y las últimas huellas, se aplica aceite anticorrosión en finas dosis a un paño suave y se extiende por toda la cabeza del hacha. El aceite se absorbe completamente en la cabeza y sella el material. Este paso -limpiar y aplicar el aceite- puede hacerse después de cada uso.
ALMACENAMIENTO DE HERRAMIENTAS FORESTALES
NI DEMASIADO SECAS, NI DEMASIADO HÚMEDAS
Las herramientas forestales están pensadas para su uso al aire libre y, por tanto, pueden resistir el viento y la intemperie, pero un almacenamiento incorrecto en un lugar demasiado húmedo o demasiado seco puede dañar el acero y la madera.
Si el hacha se almacena demasiado húmeda, pronto aparecerá óxido en la cabeza del hacha. Esto no reduce la seguridad al trabajar con el hacha, pero tiene un aspecto antiestético. La situación es diferente con el mango. La madera es un producto natural y sus propiedades físicas cambian si se almacena en un ambiente excesivamente húmedo. Si la madera se humedece, pierde resistencia, incluida la resistencia a la flexión. El mango puede romperse más fácilmente.
Tampoco debe estar demasiado seca. Si el mango del hacha pierde humedad, la madera empieza a trabajar y cambia sus dimensiones. Más concretamente, la madera se encoge y deja de asentarse firmemente en la unión con la cabeza del hacha.
El hacha y compañía están en buenas manos en el cobertizo de las herramientas o en un almacén seco, sin calefacción y sin luz solar directa en invierno.